Feliz 2018
Dejamos atrás un año convulso políticamente. En mi opinión personal, en Aran se han abierto las puertas al debate, a la reflexión y tendremos que ir viendo si también a la política (ha brillado por su ausencia). Puede llegar a ser divertido ver en los próximos años hasta donde y que consecuencias tiene. Tristemente, cerramos este año 2017 con prisioneros políticos, derechos robados e instituciones intervenidas.
El 2018 tiene todos los ingredientes para que pueda ser incluso, mas intenso y apasionante que 2017. La sombra de 155 y del totalitarismo ha llegado para quedarse, el soberanismo tiene que aprovechar las dos victorias para acabar de articular la lectura diferenciada de la postmodernidad que tienen unos y otros. A nivel europeo, ya queda un año menos para presenciar la debacle de la actual conceptualización y estructura de la Unión Europea, y a nivel global ya nos podemos preparar para ver mas emergentes y menos occidentes.
A nivel social se incrementará el individualismo (la consecuencia de la metamorfosis del mundo). Mas desconexión generacional, más desigualdad, más nacionalismo y más negacionismo serán los ingredientes que nos ofrecerá este 2018. En caso de dudas en mis palabras, podéis hacer un ejercicio práctico. De los años de crecimiento que llevamos (en cifras oficiales), calculad si el vuestro (crecimiento personal) coincide con el que nos ofrecen. Del resultado anterior valorad, además, si los servicios públicos y las infraestructuras que recibís de este crecimiento se han incrementado en el mismo nivel que ofrecen. Si el resultado es dos negativos, el futuro depende de ti; si el resultado es un positivo y un negativo, eres ambicioso/sa; si los dos son positivos permíteme que te felicite. Sin excepción, os deseo a todas y todos, un feliz año 2018.